jueves, 5 de noviembre de 2009

Vientos de cambios

La tarde se ceñia oscura cuando los dos seres se retorcian sobre el cadaver de aquel ser humano. El viento soplaba fuerte y los juncos del lago cercano se mecian, bruscamente, al son del soplido del aire.
Una enorme nube dominaba el horizonte, inscrita en ella los dolores de hacia unos años: decadencia, abandono, desesperanza, muerte y la diferencia de tiempos mejores.
Entre los juncos del lago broto, de forma casi silenciosa, el cañon de un arma, negra como la noche y fria como el gelido viento del Polo Norte; sono un disparo y uno de los seres necrofagos se tambaleo torpemente mientras la bala mordia su escaso cerebro. El otro ente, miro en todas direcciones, su vista no llegaba mas alla 10 metros pero aun asi no podia ver nada; otro disparo y otro ser con su materia gris reducida a simple papilla.
De entre los juncos surgio uan figura humana, abrigada hasta el cuello, refugiada en las telas de la civilizacion, aclimatado a la nueva epoca, una moda pasajera, pasajera de decadas de años atras.
Avanzo por el lago lentamente, insegura de su propia victoria sobre el enemigo, acechante por las amenazas que se cernian sobre la vida propia. Cargo su arma se la echo al hombro y cautelosamente se puso en marcha en direccion a los vagones de tren abandonados a la orilla del pantano.

Unos viejos vagones de tren, marchita su suerte de acabar en medio de la miseria, la muerte, el sonido de la soledad era su unico alimento; el humano se movia en el interior del tren, revisando cada palmo del vagon, analizndo con sumo cuidado las ruinas, los cristales rotos y la suciedad del paraje al que su mente se sometia.
Al poco rato encontro lo que su pasion le habia obligado a buscar. Lo agarro no sin antes pensarselo dos veces. Una sensacion de relax poblo su cuerpo y le hizo abrir los ojos un vez mas.

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